Cecilia Ibarra, profesora de la Facultad de Gobierno de la Universidad de Chile, destaca la importancia de que todas y todos los residentes del territorio nacional contesten esta encuesta para saber cómo está el país y cómo ha cambiado, además de entregar el conocimiento necesario para que el Estado tome decisiones en materias tan importantes como infraestructura hospitalaria, educacional y o de obras públicas.
El pasado sábado 9 de marzo se comenzaron a desplegar en todo el país los más de 24.000 censistas que estarán a cargo, hasta el próximo 2 de junio, de encuestar a todas y todos los residentes del territorio nacional para el Censo de Población y Vivienda 2024.
No han sido pocas las dudas en torno a este proceso, especialmente ante el incremento de fake news en distintas redes sociales. Frente a ello, Cecilia Ibarra, académica de la Facultad de Gobierno de la Universidad de Chile, es clara en asegurar que “el censo es un bien público que construimos entre todos y todas”, ya que «cada ciudadano y ciudadana va a aportar para que esta información, esta estadística, sea un bien público disponible para decisiones tanto de política pública como de otros. Es importante enfatizar que es algo que es de todos y que ayudamos a construir”, sostiene.
Ibarra, también académica del Departamento de Ingeniería Industrial de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la U. de Chile, indica que dentro de las principales razones para contestar el Censo está que, a partir de los resultados que entregue esta operación, el Estado podrá tomar decisiones que influirán en el futuro del país, como -por ejemplo- dónde se instalarán nuevos hospitales o escuelas, o dónde hay que invertir en medios de transporte y obras públicas.
¿Por qué es importante realizar regularmente un Censo?
La académica explica que las respuestas que todas y todos damos dan una imagen de cómo está el país, cómo vivimos, y que “comparar entre un censo y otro nos permite saber cómo ha cambiado nuestro país en cuanto si somos más o menos, dónde vive la gente, características de la población”. Por lo mismo, señala que “es importante que se haga con regularidad y con metodologías que son cuidadosamente llevadas a cabo, y que tienen una validación incluso internacional. Son serias, todas son metodologías robustas en las que está muy entrenado el INE”, destaca.
La profesora Ibarra añade que “el Censo ha cambiado a lo largo del tiempo porque se hace cargo de las preguntas que tenemos como sociedad. Hoy día tenemos preguntas distintas y podemos hacerlas en este espacio, por ejemplo, después de la pandemia ¿Cuánta gente se fue de Santiago? ¿Cambiaron nuestras estadísticas? ¿Es verdad que la población está envejeciendo en todo el país? ¿Acaso la gente mayor está viviendo más concentrada en ciertas ciudades que en otras? ¿Hay ciudades más jóvenes o ciudades más viejas?”.
“También lo usan las empresas en sus estudios de marketing, lo usan los estudiantes para sus clases de estadística, en fin, es un bien común y yo creo que ahí la rigurosidad de las metodologías que se usan para hacer este proceso de levantamiento de información son sumamente confiables, reconocidas. El INE es un organismo independiente que, además, realiza todas las salvaguardas en torno a la privacidad de la información, el secreto estadístico, es decir, que sea solo información agregada. Y por qué podría alguien restarse, por qué querría alguien no ser contado, es como invisibilizarse, no va a ser reconocido y, por lo mismo, sus necesidades no van a ser consideradas”.
Ma. Fca. Maldonado W.
Prensa Uchile