Tres alumnas de pregrado de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la U. de Chile se adjudicaron un Fondo Concursable de Purina® mediante un proyecto para estudiar la presencia de Toxoplasma gondii en gatos domésticos de la Región Metropolitana. El objetivo de la iniciativa es recabar más información sobre esta enfermedad parasitaria que ha generado varios mitos ligados a los felinos y mujeres embarazadas.
Las clases del curso electivo “Enfermedades transmisibles emergentes: Estudio de Caso” motivó a un grupo de compañeras de quinto año de la carrera de Veterinaria a estudiar la toxoplasmosis, una enfermedad provocada por un protozoo que está presente a nivel mundial y de la cual, los gatos son el hospedero natural definitivo.
De esta forma, las estudiantes Valentina Schlack, Bárbara Berazay e Isidora Gröne, con el apoyo como tutora guía de la Dra. Galia Ramírez, académica del Departamento de Medicina Preventiva Animal de Favet, postularon el proyecto “Descifrando la Epidemiología de la Toxoplasmosis en Gatos Domésticos con Dueño en Santiago, Chile” al Fondo Concursable de Purina®, el cual considera temáticas en las áreas de tenencia responsable, salud animal, bienestar y medioambiente, entre otras.
“Vimos esta enfermedad en la clase y nos quedó la duda de cuánto está abordado el tema en Chile. Queríamos ver cómo aportar con datos nuevos para aterrizar el tema a la realidad nacional, y es que tiene aristas en todas las áreas. Vimos el anuncio del concurso en las redes de la facultad y nos atrevimos a postular”, afirmó Valentina Schlack, quien figura como la investigadora principal del proyecto.
Cerca de cuatro millones de pesos lograron adjudicarse estas estudiantes para su proyecto, que contempla evaluar la seropositividad a la toxoplasmosis en más de 400 gatos de la Región Metropolitana y conocer cuántos están eliminando ooquistes en sus heces, una de las tantas fuentes de transmisión para los seres humanos. A su vez, se pretende determinar factores de riesgo, como la conducta y la alimentación, con el fin de establecer cuáles son las condiciones que se dan para que un gato sea seropositivo y que elimine ooquistes.
“El proyecto apunta a generar un impacto en los dueños de gatos, a generar información que debiesen manejar, porque los afecta a ellos también. Mejorar la tenencia de mascotas y que sea más responsable. Como es una enfermedad zoonótica le sirve a toda la población. La toxoplasmosis es muy frágil lo que se conoce y queremos desmitificar la enfermedad”, agregó Schlack.
“Con el proyecto vamos a buscar excreción de ooquistes en gatos de diferentes edades para evaluar cómo es la eliminación a lo largo de su vida. Y también haremos el test serológico para determinar la prevalencia de la toxoplasmosis en los gatos de Santiago”, señaló por su parte Bárbara Berazay.
El grupo dividirá la Región Metropolitana en siete macrozonas para analizar gatos de diferentes edades y condiciones clínicas. Esta información será además la base de sus memorias de título para convertirse en Médicos Veterinarias.
“Haremos una importante contribución de información sobre el estado de la toxoplasmosis en Chile y, además, haremos nuestras memorias de títulos. Es muy gratificante saber que podemos hacer investigaciones trascendentales desde el pregrado”, añadió Isidora Gröne, destacando el apoyo de la Dra. Ramírez en el desarrollo del proyecto.
¿Qué es la toxoplasmosis?
La toxoplasmosis es una enfermedad parasitaria producida por un protozoo (Apicomplexa) que puede afectar a muchas especies animales y a los seres humanos también. El gato cumple un rol especial porque es hospedero definitivo de estos parásitos y, desde que se primo infecta, elimina formas infectantes en sus heces por entre 7 a 20 días.
“Esas formas infectantes liberadas en las heces son microscópicas, si llegan a contaminar vegetales, el agua u otros alimentos, los humanos y otros animales se pueden infectar. A diferencia del gato, el humano y estos animales no hacen el ciclo entérico, pero forman quistes tisulares de Toxoplasma gondii. Hay unas 200 especies que se pueden infectar, eso incluye ovejas, bovinos, aves, entre otros”, explicó la Dra. Ramírez, destacando que hay varias vías de contagio de esta enfermedad parasitaria, además del contacto directo con las heces al limpiar el arenero del gato, la jardinería, el consumo de vegetales sin un lavado adecuado, consumo de carne mal cocida de animales de abasto, que no haya sido congelada, entre otras.
“Existen mitos sobre la enfermedad, sobre todo en la relación de gatos con mujeres embarazadas. Lo cierto es que la carne mal cocida podría ser una fuente de mayor riesgo que la mascota. Es una infección muy silenciosa”, agregó la académica de Favet, destacando la importancia de generar conocimiento a partir del estudio en pregrado.
La Dra. Ramírez sostiene que la toxoplasmosis es una infección muy silenciosa que por lo general no presenta síntomas. El riesgo se presenta cuando hay una reducción de la inmunidad porque estos quistes tisulares podrían generar una infección grave, sobre todo en personas con inmunodepresión. Respecto a los cuadros de aborto, explica que se pueden producir si al estar en gestación la mujer, o algunas especies animales como ovejas y cerdos, contraen la infección por primera vez.
“Existe una alta probabilidad que, en la adultez, la mayoría de las personas ya estemos infectadas con Toxoplasma gondii y vivamos nuestra vida normal con este parásito en nuestro cuerpo. El diagnóstico es difícil de hacer, pero se realiza mediante la serología para comprobar si hay anticuerpos contra este agente infeccioso”, puntualizó la Dra. Ramírez.
Para prevenir este parásito se recomienda consumir carnes bien cocidas, y almacenar en congelamiento. Lavar muy bien las verduras antes de consumirlas. Utilizar elementos de protección personal al eliminar las heces de los gatos. Para la jardinería, usar guantes todo el tiempo. Por último, el lavado frecuente de manos se mantiene como método de prevención para esta y otras enfermedades.
Francisca de la Vega Planet
Periodista Campus Sur