En una nueva actividad preventiva dada la emergencia sanitaria provocada por el COVID-19, el Comité Paritario de Higiene y Seguridad organizó una capacitación sobre uso y cuidado de las mascarillas. El taller fue impartido por Carolina Ceballos, asesora de la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS). A continuación, les dejamos un resumen de lo visto.
En cuanto a las formas de contagio, las más frecuentes son por contagio físico directo al tocar a una persona contagiada de la enfermedad; por exposición a gotículas, que sucede cuando estamos cerca de una persona contagiada y nos llegan gotas de saliva o secreciones que ésta emite al hablar, toser o estornudar; y estar en contacto con fómites, que ocurre cuando tocamos una superficie contaminada con saliva o secreciones emitidas por una persona contagiada con la enfermedad. Pese a que la autoridad sanitaria irá desconfinando paulatinamente comunas y regiones de todo el país, ésta es clara en señalar que se deben mantener las medidas preventivas, que son:
- Mantener la distancia social de al menos 1 metro.
- No saludarse de beso o mano.
- Desinfectar las superficies.
- Usar mascarillas y llevar de repuesto en el bolso, mochila o cartera, en el caso de salir o estar un tiempo considerable fuera de la casa.
Sobre la evaluación del riesgo, Carolina Ceballos presentó la siguientes definiciones:
- Muy alto: cuando se trabaja con exposición a fuentes conocidas o sospechosas de COVID-19, durante procedimientos médicos, mortuorios o de laboratorios. Ejemplo: doctores, enfermeras/os, dentistas, técnicos de emergencia, entre otros.
- Alto: cuando se trabaja en lugares donde hay una alta probabilidad de exponerse a fuentes conocidas o sospechosas de COVID-19. Como por ejemplo: doctores, enfermeras/os y personal de hospital que deba entrar a las piezas de los pacientes que se conoce o sospecha que portan el COVID-19.
- Medio: trabajos que requieren un contacto frecuente y/o cercano, menos de 1 metro, con personas que podrían estar infectadas con el SARS-CoV-2, pero que no son pacientes que se conoce o sospecha que portan COVID-19. Ejemplo: personal que atiende público, controla el ingreso, entrega citaciones, guardias de seguridad, expertos en prevención de riesgos, cajeros, conductores, entre otros.
- Bajo: trabajadores sin contacto frecuente con público, como lo son quienes ejercen tareas administrativas, trabajadores agrícolas, trabajos artesanales, de investigación, análisis, etc.
En cuanto a los tipos de protección y su uso, se encuentran los siguientes modelos:
Respiradores N95: estos dispositivos están diseñados, construidos y probados para la protección de las vías respiratorias. De acuerdo al ISP, son elementos de protección personal que se clasifican como «pieza facial auto filtrante de media máscara contra partículas». Su eficiencia mínima de filtración es de 95%.
Mascarillas quirúrgicas: están diseñadas, construidas y probadas para evitar la emisión de saliva y secreciones por parte del personal que la usa, y también protegerlo contra las salpicaduras de sangre y fluidos corporales que pueda emitir el paciente.
Mascarillas sanitarias: este tipo de mascarilla de fabricación casera o industrial tiene por objetivo dar cumplimiento a lo establecido en las Resoluciones Exentas Nº282 y 591, en las que se definen como «cualquier material que cubra la nariz y boca para evitar la propagación del virus, ya sea de fabricación artesanal o industrial». Su objetivo principal es disminuir la probabilidad de contagio entre las personas, evitando la emisión de gotas de saliva o secreciones al hablar, toser o estornudar. Por esta razón se pueden considerar como dispositivos de control de emisiones, pero no como elementos de protección personal.
Ahora bien, si se desea confeccionar las mascarillas, la combinación ideal de materiales incluye tres capas:
- Una capa interior de material hidrófilo (por ejemplo algodón solo o mezclado).
- Una capa intermedia hidrófoba de material sintético, como el polipropileno o una capa de algodón que mejore la filtración y atrape las gotas.
- Una capa exterior de material hidrófobo. Por ejemplo polipropileno, poliéster o mezcla de ambos que limite la entrada de contaminación exterior por la nariz o la boca.
¿Cómo se almacenan las mascarillas?
- La ACHS recomienda mantenerlas limpias al interior de una bolsa o envase cerrado.
¿Cómo y cuándo cambiar las mascarillas?
- Las mascarillas se deben quitar y reemplazar por otra cuando se humedecen y se nota que están deterioradas (descosidas, sin un elástico, manchadas, etc).
Consejos de cuidado, limpieza y uso:
- Comprobar la temperatura que resiste la tela.
- De preferencia lavar con agua caliente (60ºC).
- Cuando no haya agua caliente, lavar la mascarilla con agua a temperatura ambiente y jabón o detergente. Luego, remojarla en una solución de hipoclorito de sodio (cloro), al 0,1% por un minuto.
- Si no es posible secar la mascarilla en una máquina secadora, dejarla al sol.
- Guardar la mascarilla limpia en una bolsa plástica sin uso o en un envase desinfectado.
- Evitar tocarse la mascarilla cuando se lleva puesta, tratar de hacerlo solo en caso de necesidad y lavándose las manos.
- Mantener la mascarilla ajustada al rostro, cubriendo completamente la boca y la nariz. En el cuello o la frente no sirve.
- Cambiar la mascarilla cuando esté visiblemente húmeda o contaminada.