Estamos viviendo un período en el que se nos exige mantener un aislamiento social con el objetivo de enfrentar la crisis sociosanitaria provocada por la pandemia de Coronavirus. Este cambio ha impactado profundamente nuestro día a día y puede provocar altos niveles de ansiedad y una intensa sensación de soledad. En quienes viven con otras personas como parejas, familiares o amigos, es probable que esta sensación de soledad sea menor. Sin embargo, en quienes viven solos puede que estas sensaciones sean más intensas.
Distanciamiento social no significa necesariamente distanciamiento emocional, ya que todos los seres humanos necesitamos del contacto con otros. Algunas personas podrían desarrollar un sentimiento de soledad vital, muchas veces no ajustado a la realidad y una importante melancolía. Esa sensación puede provocar que se acaben tomando decisiones impulsivas, desesperadas y poco saludables.
Algunas manifestaciones emocionales como la ansiedad, angustia, cambios conductuales, irritabilidad, susto, incertidumbre, dificultades para dormir o impulsividad son totalmente esperables en el contexto de una pandemia y no representan, obligatoriamente, un cuadro psicológico mayor. No obstante, cuando estos síntomas interfieren con la vida diaria (no bañarse en el día o no alimentarse) son una señal de alerta y, en esos casos, se recomienda consultar con un especialista.
A continuación, les dejamos las recomendaciones de la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS) para estos tiempos de aislamiento, confinamiento y teletrabajo.
