Sergio Celis, profesor de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, fue el único chileno presente en este encuentro internacional que reunió a especialistas de las 60 universidades que integran la Asociación de Universidades de la Cuenca del Pacífico (APRU). En la instancia, el académico abordó los desafíos y oportunidades en torno al uso de la inteligencia artificial en la educación superior, tecnología que ya es común entre estudiantes universitarios de todo el mundo.
Como una lluvia fuerte las aplicaciones de Inteligencia Artificial entraron en la vida diaria. Desde el lanzamiento de ChatGPT en noviembre de 2022 estas herramientas han tocado todos los espacios de la creación de contenido: desde el simple texto hasta la elaboración de imágenes y videos.
El año pasado un equipo docente, conformado por los profesores Richard Weber y Sergio Celis, diseñó y dictó el curso “Aplicaciones de la Inteligencia Artificial en la Educación (powered by GPT)”. Esa experiencia fue reconocida por la Asociación de Universidades de la Cuenca del Pacífico quienes invitaron al profesor Celis -único chileno participante- a exponer la experiencia. Junto al académico de la Escuela de Ingeniería y Ciencias participaron académicos de las 60 universidades integrantes de la organización.
Después de conocer los casos de los demás expositores, Celis confirmó que todas las universidades -en mayor o menor medida- se encuentran en un período de expectación, “de explorar las potencialidades y límites de estas herramientas. Existe un debate global en torno a cuánto de innovación y de (des)regulación nos podemos permitir”.
Profesor Celis, ¿Cuál es la visión que tiene del uso de IA en el desarrollo de cursos en la Universidad?
La penetración de IA, en especial a través de herramientas como ChatGPT, se ha acelerado entre nuestros estudiantes. Herramientas de IA se están convirtiendo en aplicaciones habituales para ejecutar diversas tareas académicas, tales como la escritura, creación, programación, y estudio en general. Si los cursos se van quedando detrás de estas herramientas, se genera un desfase entre sus objetivos y el aprendizaje de los estudiantes.
¿Cuál es la mejor forma para aprovechar estas herramientas?
Primero, me parece que es familiarizarse con estas herramientas, conocerlas, usarlas, incorporarlas en tareas académicas cotidianas. Con esa familiaridad, los profesores podemos evaluar de mejor manera sus potencialidades y limitaciones. Luego, atreverse a incorporar la IA en los cursos donde sea posible, y aprender del ensayo y error. Además, creo muy importante conversar sobre ellas entre profesores, grupos académicos y profesionales de la docencia y tecnología. Mientras más colectiva sea nuestra experiencia y reflexión, seremos más sabios como comunidad para trabajar con estas máquinas.
¿Estamos preparados para adaptarnos a las IA?
Tenemos una buena base. En la Universidad y en el país hay mucho talento, tanto en especialistas en IA y en enseñanza y aprendizaje. También veo ganas de experimentar e innovar en lo que hacemos, esa predisposición es esencial para adaptarnos. Ahora, una barrera importante es la lejanía geográfica de los polos de desarrollo de estas tecnologías, como país deberíamos invertir más en infraestructura tecnológica e intelectual en estas materias.
¿Cómo compara su experiencia con la de los demás expositores del taller?
Diría que más o menos todas las universidades estamos en un periodo de expectación, de explorar las potencialidades y límites de estas herramientas. Existe un debate global en torno cuánto de innovación y de (des)regulación nos podemos permitir. En ese contexto, nuestro curso destacó por lo pionero, por centrarse en el estudiante y en su uso de metodología de aprendizaje activo. Crear herramientas de IA en un curso con un marco educacional, genera otro tipo de experiencia que la de ser estudiantes usuarios o que sólo reflexionan sobre estas máquinas. Algunas universidades australianas y chinas mostraron herramientas de IA para apoyar a sus estudiantes y personalizar sus aprendizajes y avances. En Chile, hace años tenemos herramientas así, pero no en la escala, sofisticación y avance que observé en universidades del taller.
¿Van a repetir el curso?
Eso esperamos, pero por supuesto que hay que repensarlo, en vista de la experiencia, el avance de las mismas herramientas y en cómo los estudiantes y otros cursos se apropian de ellas. Quedamos muy contentos con los resultados obtenidos, pero en esta materia debemos permanecer alertas y seguir experimentando.
Rodrigo Mundaca- VTI