¿Cómo sobrellevar el estrés y depresión durante las fiestas de fin de año?

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En lo que muchos describen como la “tormenta perfecta” en términos de salud mental, las fiestas de fin de año se convierten en un momento crítico para muchas personas. Por ello, expertos U. de Chile entregan una serie de recomendaciones para afrontar estos hitos de cierre de procesos, atravesados por emotividades y encuentros familiares.

Con la llegada de fin de año y las fiestas asociadas a este periodo, muchas personas relacionan estas fechas como instancias de celebración y encuentro. Una oportunidad en la que familiares y amigos pueden volver a encontrarse, siendo también un momento de reflexión y proyección hacia un nuevo año. Sin embargo, estas mismas razones son también motivo de estrés y depresión para muchas y muchos.

Así lo destaca el Dr. Pablo Salinas, psiquiatra y director del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental Oriente de la Universidad de Chile, quien también advierte que Chile, climáticamente, posee características que agravan este fenómeno. “Los trastornos del ánimo tienden a empeorar durante la primavera y verano, que es algo que a mucha gente le sorprende, porque uno tendería a asociar que los menores niveles de luminosidad del invierno estarían más cercanos con una baja anímica», pero ejemplifica el especialista, «el peak de suicidios más importante se produce entre el 24 de diciembre y el 2 de enero”. 

De hecho, estas fechas superarían por el doble al periodo de la segunda quincena de septiembre, que también es considerado un periodo donde hay más alzas de suicidio durante el año. Al respecto el doctor Salinas, apunta una serie de factores entre los que se encuentra el estrés de las fiestas de fin de año, la presión económica, el cierre de los ciclos de estudio o laborales y por supuesto, la estacionalidad.

«Una recomendación sería no dejar pasar los síntomas y tomárselo en serio. Por ejemplo, si alguien en esta fecha comienza a sentir que su ánimo disminuye mucho y que aparecen ideas suicidas, sería importante consultar un médico especialista en salud mental, o incluso un médico de medicina general como última instancia”, sugiere el doctor Salinas.

Mismo planteamiento del Dr. Sergio Barroilhet, integrante de la Unidad de Trastornos del Ánimo de la Clínica Psiquiátrica de la Universidad de Chile, quien también hace un llamado a la comprensión. “Son fechas en que la gente viene con toda la carga de fin de año, es un periodo de evaluación en términos de trabajo y en términos personales (…) aparecen las cosas que no han resultado, las cosas en las que hemos tenido fracasos, las cosas que hemos perdido”, destaca el psiquiatra.

Otro punto relevante es cómo esta instancia se convierte en un punto de encuentro familiar, siendo descrito por el doctor Barroilhet como un momento que puede ser complejo, ya sea por la propia organización de la fiesta como por la reapertura de conflictos o peleas. “Muchas veces nos pasa que terminamos peleando, terminamos en conflicto y comprometiendo nuestros vínculos en este encuentro justamente por cosas que pretendían posibilitarlo”, ejemplifica el doctor Barroilhet.

Una dura realidad en cifras

Esta situación pone en evidencia cómo la salud mental ha sido un aspecto que en las últimas décadas ha cobrado mayor atención nivel global. Una preocupación que responde al aumento progresivo de casos vinculados a la depresión e intentos de suicidio. Tan solo en 2019 la Organización Mundial de la Salud (OMS) advertía que 703 mil personas se suicidaron. Una situación que en Chile también levanta preocupación, teniendo la década pasada un total de 18.691 muertes por esta causa, según un informe publicado por el Ministerio de Salud. Mismo informe que señala que anualmente en Chile 1.800 personas se suicidan y por cada uno de ellos, alrededor de 20 realizan un intento suicida.

Actualmente estas cifran han aumentado, teniendo en el periodo 2010-2019 un promedio de 10,47 defunciones por 100.000 habitantes según datos del Minsal, algo que supera la media global descrita por la OMS de 9 defunciones. De esta forma, según afirma el organismo internacional, Chile se posiciona en sexto lugar en la tasa de mortalidad por suicidio en América Latina. 

“Las fiestas de fin de año están asociadas a suicidio, eso es un hecho, y por ser un hecho nosotros debemos tratar de enfrentarlo de la mejor manera posible. En el fondo siempre el mejor consejo va a ser consultar a un médico, consultar a un especialista en salud mental”, recalca Salinas.

Una celebración sencilla y acompañada

A la hora de celebrar las fiestas de fin de año, una de las principales recomendaciones que dan desde la psiquiatría es la de evitar complejizar estas celebraciones, dado que estas pueden sumar un mayor estrés y gasto económico a un periodo ya asociado a estos elementos. “No hay que ponernos la carreta delante de los buses. Hay que ordenar cuál es el sentido de las cosas, de no perder la perspectiva ante las prioridades e intentar mantener un equilibrio. En términos generales, entender que estamos cansados, comprender que esto no puede ser un contexto en que nos llenemos de más exigencias o de más metas que cumplir, sino que intentemos facilitarnos las cosas”, aconseja el doctor Barroilhet.

Al respecto, el doctor Salinas también destaca la importancia de la conexión social en un periodo donde es más notoria la soledad. “Yo creo que eso es lo más importante, mantenerse conectado con esta persona, demostrar preocupación y demostrar interés. Si uno ve que efectivamente esta persona está pasando por un mal momento, yo creo que el mejor consejo es ofrecerle compañía y ver si  puede consultar ayuda profesional”, recomienda el psiquiatra.

Otro de los aspectos más descuidados es relativo a la salud física durante estas fiestas, algo que para el doctor Barroilhet de ser descuidado puede acrecentar y desatar cuadros de estrés y depresión. Por ello, recomienda llevar una dieta lo más saludable y en lo posible evitar trasnochar en exceso. “Uno no puede dormir cuatro horas diarias y pretender que todo está bien, como si no me pasara nada.  Entonces tenemos que seleccionar, mantener y cuidar los hábitos de sueño. Lo mismo con la alimentación, intentar mantener una alimentación balanceada (…) Hay que comer fruta, por ejemplo y también no dejar de tener actividad física”, cierra.

Rodrigo Gallardo
Prensa Uchile